1 de mayo de 2011

Gilipolleces




Mañana me despertaré e iré a por lo que más quiero en este mundo en este mismo instante, sin temores o preocupaciones, como si fuera la última cosa que haga en el mundo, plantarle cara al asunto y decirle las dos palabras mágicas sin importar las consecuencias, y si la reacción no será de mi agrado, daré media vuelta y volveré sobre mis pasos.

PD: Esta noche no duermo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

que ser valiente no salga tan caro... que ser cobarde no valga la pena...
¡ánimo!
Marta