Todos alguna vez hemos detenido el tren de nuestra vida y nos hemos parado a reflexionar sobre el pasado, aunque halla sido por unos pocos segundos.
Esos pequeños segundos nos llevan al pequeño mundo que hemos vivido y experimentado a lo largo de nuestra corta vida, reflexionando te das cuenta de lo que hemos cambiado, ya sea para bien o para mal.
Aprendes de esos grandes errores, que en su momento afrontaste con dificultad,pero también te acuerdas de las alegrías y te ríes recordando los momentos vergonzosos.
Pero de repente el tren de la vida te da una sacudida y te hace ver que debes seguir hacia el desconocido pero querido futuro, pero siempre sin olvidar el pasado.
Tras recordar tu pasado, te das cuenta que te queda mucha vida y mucho pasado que realizar aún.
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